Ya hemos visto en un post anterior qué es el campo visual. Hemos visto en otro post qué es la relación de aspecto, pero quiero que entiendas que es un tema más extenso del que puedas llegar a pensar y por eso creo que quedan más cosas que deberías saber sobre la relación de aspecto. De hecho estoy inmerso en la elaboración de un curso que aclare mejor estos conceptos que tantos problemas nos suelen dar y que ya os haré llegar en su momento.
Al igual que en la relación de aspecto de una pantalla o monitor de televisión, el PAR, o relación de aspecto del píxel, se define como la relación de la altura por el ancho pero en este caso la definición hace referencia a un píxel, que por cierto, ya que hablamos de él, podemos definirlo como la unidad de medida mínima con la que se puede definir el tamaño de una imagen digital.
De todas formas, creo que te va a interesar bastante que veas este vídeo, donde además de ver qué es el PAR, explico también las definiciones del SAR y del DAR, conceptos que no debes pasar por alto para una mejor comprensión de la relación de aspecto.
En realidad, esto no quiere decir que un píxel sea equivalente a un puntito de los que podemos apreciar en una pantalla, bueno, entonces podrás preguntarte pero ¿por qué no se corresponde? pues porque esto va a depender siempre de la resolución con la que hayamos configurado la pantalla.
Por ejemplo, la pantalla puede estar configurada para dar su resolución máxima, que podría ser de 1920×1080,en donde el tamaño físico del píxel sería igual al del tamaño del punto de la pantalla, pero si la imagen la ajustamos a una resolución que sea menor que la resolución máxima de la pantalla, el píxel tendrá que ser más grande que el tamaño físico del punto de la pantalla, o sea, que el píxel que resulta ocupará varios puntos de la pantalla.
En el ámbito digital, la relación de aspecto del píxel en sus orígenes era cuadrado, o sea, que una imagen de 100×100 píxeles era totalmente cuadrada, pero…. ¿qué ocurre cuando digitalizamos la imagen analógica?, pues que aunque parezca extraño, la imagen de 100×100 no es cuadrada, sino rectangular.
Esto ocurre porque como se ha comentado antes, al digitalizar una señal analógica, hay que estructurar la línea en píxeles, pero éstos no se corresponden con píxeles cuadrados, sino que el número de muestras se corresponde con píxeles rectangulares.
Concretamente en el sistema PAL digital, que se corresponde con 576 líneas activas, la relación de aspecto de los píxeles (PAR) es de 59:54 y en el sistema NTSC digital que dispone de 486 líneas activas la relación de aspecto del píxel (PAR) es de 10:11. Esto podemos apreciarlo mejor en la siguiente imagen.
Imagen©tilanotv.es
Por último, me gustaría comentar que este problema de PAR que ocurre con la televisión en definición estándar, se corrige cuando aparece el sistema de televisión en alta definición, ya que la norma indica específicamente que la relación de aspecto del píxel siempre es cuadrado para este sistema de televisión.
El encuadre en la imagen de Televisión
En el proceso de transición de la televisión analógica a la digital, se producen una serie de cambios y como se ha comentado, uno de ellos ha sido el tamaño de la pantalla. Aunque en televisión digital de definición estándar todavía se contempla la relación de aspecto de 4:3 y 16:9, en televisión de alta definición sólo se contempla la relación de aspecto de 16:9.
Esta situación hace que durante un periodo, se vayan a simultanear la radiodifusión de señales tanto de una relación de aspecto como de la otra. Debido a esta situación se hace necesario la utilización de técnicas (pillarbox, letterbox, pan and scan, etc.) que permitan monitorizar señales grabadas en un formato y reproducidas en otro y viceversa.
Por este motivo se necesita preservar zonas seguras de la pantalla tanto a la hora de adquirir una imagen, como cuando se vaya a realizar la posproducción para que de esta forma se puedan ubicar rótulos, gráficos, subtítulos, etc. Esto se hace así para que cuando se realicen cambios en la relación de aspecto, estos elementos no se vean modificados.
Por ello, lo que vamos a aplicar es una técnica que optimice lo mejor de ambas relaciones de aspecto, o sea, que los encuadres o tiros de cámara grabados se vean bien tanto en pantallas de 4:3 como en pantallas de 16:9.
Esta zona de seguridad se enmarca dentro de una relación de aspecto de 14:9, por lo que se debe disponer de una retícula en las cámaras que tengan una relación de aspecto tanto de 4:3 como de 16:9, de forma que al operador de cámara se le permita grabar la parte más importante de la escena enmarcándola dentro de ambas relaciones de aspecto.
Para que te quede un poco más claro, son las líneas que se ven en los visores de las cámaras, es algo parecido a lo que se aprecia en la siguiente imagen.
Imagen©tilanotv.es
La relación de aspecto de 14:9 es la que se utiliza como transición del formato 4:3 al 16:9, así que debe procurarse por parte de los realizadores y los operadores de cámaras que se haga la grabación de imágenes con una relación de aspecto 16:9 para que el proceso de calidad se optimice al máximo. Sin embargo mientras esto sucede es recomendable que la grabación y posproducción de imágenes se haga con un encuadre de 14:9 para que de esta forma esté contenida dentro del formato fuente, es decir, dentro del formato de 4:3 o del formato de 16:9.
Las imágenes que deberíamos ver son como las siguientes:
Imagen©tilanotv.es
Como te comentaba al principio de este post, hay muchos elementos relacionados con la relación de aspecto que todavía no te he comentado, aunque si conoces alguno, no dudes en dejar un comentario a continuación.
