Aunque mi trabajo se desarrolla cotidianamente en el mundo de la televisión broadcast, no estoy ajeno al empuje que hacen los fabricantes para hacerse hueco en algunos nichos de mercado mediante las cámaras fotográficas aplicadas al vídeo.
Pues bien, esto se demuestra mediante la cámara fotográfica Olympus OM-D E-M1, la cual pude ver hace poco tiempo en una demo que realizó Olympus en la sede de Provideo en Sevilla.
Tal y como me recomendó David, encargado del marketing en Provideo, no pude dejar de asistir a la demo de esta cámara. La charla la comenzó Raúl, técnico de Olympus, hablando de las principales características de la cámara.
Yo en cuanto a la fotografía se refiere, me considero más un aficionado que otra cosa, por ello disfruté enormemente de las explicaciones que nos dio Fernando Rey, un verdadero experto en esta materia, así que este post quiero centrarlo más en los aspectos de la cámara que están más relacionados con el vídeo que con la fotografía.
Lo primero que me llamó la atención fue el hecho de que no dispongan de espejos ni de obturador, lo cual hace que la distancia entre la última lente y el captador se vea disminuida, por lo que las lentes que se utilizan con esta cámara no necesitan que se sean de grandes dimensiones.
Esta cámara dispone de un sensor de 16.3MPíxeles junto a un procesador de imagen TruePic VII que permite la grabación de vídeo en Full HD (1.980×1.080) a 30p, 60p, 50p, 25p y 24p , bien sea en AVI o en MOV y compatible con All-Intra.
En cuanto al audio, la cámara dispone de un micrófono estéreo y una salida de auricular que solo está disponible si tenemos la empuñadura de la cámara (ésta es opcional).
Una de las cosas que me ha llamado más la atención es el sistema de estabilización de imagen que ha diseñado Olympus para esta cámara. Este sistema, ayuda a minimizar la apariencia del movimiento de la cámara con cualquier objetivo que queramos utilizar, compensando los movimientos de la cámara.
Este sistema de estabilización funciona por medio de cinco ejes, compensando la rotación vertical, el ángulo de rotación vertical y el desplazamiento horizontal y el vertical, así como los movimientos de vibración de la cámara. Todos estos sistemas, hacen que sea más fácil grabar objetos en movimiento, y a la vez con más eficacia.
Me llamó también la atención la gran pantalla de 3” táctil e inclinable 50º hacia abajo y 80º hacia arriba, que permite además de la visualización en tiempo real de los diferentes ajustes de la cámara, los ajustes de brillo adaptativos que hacen que el brillo se adapte acorde las condiciones ambientes de luz que existan en el momento de la grabación.
En cuanto al sistema de enfoque utilizado, éste, lo selecciona la cámara en función del tipo de objetivo que le pongamos. Esto quiere decir que puede utilizar ambos sistemas de enfoque, o sea, el sistema de enfoque por contraste, o el sistema de enfoque por detección de fase según el objetivo con el que estemos trabajando.
Bueno, lo cierto es que la Olympus OM-D E-M1 es una cámara de fotos que no deja indiferente. Dependiendo para qué tipo de trabajos fuese a realizar, es una opción que elegiría sin ningún problema, ya que esta cámara ofrece unas posibilidades, en cuanto a vídeo se refiere, que merecen mucho la pena disfrutar.
Como siempre, si has trabajado o conoces cámaras de similares características puedes dejarnos un comentario a continuación y explicarnos tu experiencia con las mismas.
Fuentes consultadas: